martes, 22 de octubre de 2013

La Historia de unos Juguetes

En 1995 se estrenó una película que podría decir con convicción que es mi película de animación favorita: Toy Story. Tenia 5 años cuando una y otra vez Toy Story se repetía continuamente en el vídeo de mi casa. 1995, que se dice pronto. Y hace ya 3 años que dijimos adiós a la "familia" de juguetes mas aventurera del cine, con lloros incluidos. Woody, Buzz Lightyear y compañía nos regalaron su ultima aventura (Aunque, de momento siguen con pequeñas aventuras en cortos) en su tercera parte, regalándonos una película de 10 y con un final perfecto.

Hoy decido sacar mi baúl de los recuerdos y hacer un pequeño homenaje a estos juguetes tan interesantes que nos acompañaron a todos desde nuestra infancia hasta nuestra madurez.

Os aviso también  que quienes no han visto la trilogía pueden verte metidos en un lío puesto que creo que contiene bastantes SPOILERS. No digáis que no os avisé.

¿Fui yo el único que después de ver Toy Story decidió coger un rotulador y pitar en el pie de cada juguete su nombre? Supongo que no (Espero.). Con Toy Story comenzó una leyenda ahora llamada Pixar. Pixar le debe todo a Toy Story así como Toy Story le debe lo propio a Pixar (Y a Disney, por supuesto). ¿Quien le iba a decir a John Lasseter (Actual Director Creativo y miembro fundador de Pixar) que unos simples juguetes le convertirían en lo que es hoy?. Toy Story ya es un clásico y con razón. Y aunque hablamos de una película infantil, porque lo es y en la primera se nota mucho, se nos quedó tan presente cuando eramos pequeños que disfrutamos como niños y nunca mejor dicho. Es ver la introducción de la primera parte con esa banda sonora y devolvernos a nuestra infancia:


Ahí estaba Woody, el juguete favorito de Andy (O de nosotros mismos) resolviendo otro momento dificil provocado por uno de sus terribles enemigos. Sin embargo, como si de una película se tratase, los juguetes, en el momento en que su dueño no esta se "despiertan" y nos enseñan su verdadera naturaleza. Algunos son juguetes bordes, otros amigables, otros incluso con el paso de la película nos damos cuenta de que pueden ser envidiosos y celosos y si te pones a pensar hasta pueden creer que son superiores a los demás. Pero en el fondo nos damos cuenta de que son como nosotros ya que quieren y añoran y hasta se deprimen:





(WOODY: ¡Eh! Buzz. ¡Eh! Ven y aparta esta caja de herramientas de encima. ¡Oh Vamos Buzz! Buzz, no puedo hacer esto sin ti. Necesito tu ayuda.
BUZZ: No puedo. No puedo ayudar a nadie.
WOODY: Claro que puedes, Buzz. Puedes sacarme de aquí, te quitaré ese cohete y nos largaremos a casa de Andy. 
BUZZ: Casa de Andy, casa de Syd, ¿Que diferencia hay?
WOODY: Oh, Buzz. Has tenido una caída muy fuerte, no debes pensar con claridad.
BUZZ: No, Woody. Por primera vez estoy pensando con claridad. Tu tenias razón, no soy un guardián espacial, solo soy un juguete, un pequeño e insignificante juguete.
WOODY: Oh, un momento. Ser un juguete es mucho mejor que ser un guardián espacial.
BUZZ: Si... ya.
WOODY: No, en serio. Mira, en esa casa hay un chico que cree que eres el mejor. No es porque seas un guardián espacial, amigo. Es porque eres un juguete. Eres su juguete. 
BUZZ: ¿Pero por que iba a quererme Andy?
WOODY: "¿Por que iba a quererte Andy?" Pero mírate. Eres un Buzz Lightyear. Cualquier juguete daría sus partes móviles por ser como tu. Tienes alas, brillas en la oscuridad, hablas. Tu escafandra hace ese ruidito tan... tan... espectacular. Eres un juguete guay. Ha decir verdad eres demasiado guay. ¿En cambio yo...? Ya me dirás que posibilidades tiene un juguete como yo ante un juguete de acción como tu. Lo único que puedo hacer es: "Hay una serpiente en mi bota". ¿Por que iba a querer Andy jugar conmigo... teniéndote  ti? Soy yo quien debería estar atado a ese cohete.)

Y como toda buena película, estos pequeños protagonistas sufren algún percance que los lleva a tener una gran aventura. En la primera parte la envidia de Woody llevaría a este y al "no juguete" Buzz a acabar en la manos de Syd, el violento chico destroza juguetes. En la segunda parte seria la depresión de Woody por no ver a su dueño crecer y convertirse en adulto y dejarlo de lado como ya ha pasado otras veces, lo que provocaría querer irse a un museo y ser adorado para siempre por incontables niños. Depresión, tristeza, envidia y hasta ataques de pánico, estos juguetes sufren como una persona normal. Y era cuestión de tiempo que en algún momento llegase ese fatídico instante en que su dueño se hiciera mayor y dejara de lado a sus juguetes de toda la vida.

Y dejando a un lado el sentimentalismo, Toy Story 3 es una película tan buena que nos entretiene y divierte como habían echo las otras pero incluso mas a lo grande. Conteniendo, ademas, de todo: Desde memorables momentos como la conversión de Buzz a Buzz flamenco, hasta las referencias de la guardería a una cárcel, o la banda de Lots-O, el Oso Amoroso con una mafia.

Y para que al final, le den ese final tan redondo que todos estábamos esperando (Bueno, en verdad no). El final de nuestra infancia:



Y así, nos damos cuenta de que las aventuras de estos simpáticos juguetes nos han seguido desde que eramos pequeños hasta crecer, ahí reside lo magnifico de Toy Story que en el fondo nos enseña que todos acabamos madurando para convertirnos en adultos y que en algún momento hay que dejar los "juguetes" para enfrentarnos a la vida real.






En definitiva, creo que Toy Story es la única película de dibujos que nos dejan bien claro que envejecemos. No se si eso es bueno pero las películas si.



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