domingo, 6 de octubre de 2013

Behind the Candelabra, de Steven Soderbergh

¿Conocéis a Liberace? Wladziu Valentino "Walter" Liberace, gran pianista virtuoso famoso en los años 50, 60, 70 y 80, por su extravagancia y su habilidad para el espectáculo. Fue una de las celebridades más populares en los estados unidos y uno de los músicos más reputados. Además de carismático y extrovertido, era un gran showman que actuaba en Las Vegas con sus actuaciones donde hacía alarde de su prodigio y de su exceso del lujo y de las joyas. Fue uno de los primero músicos que consiguieron un programa de televisión para él solito (aquí podeís ver un ejemplo de youtube de lo que era capaz de hacer y cómo era), y una de sus señas de identidad eran los pianos incrustados de joyas, el gran exceso, el lujo a más no poder, abrigos de bison, anillos enormes en las manos, su tupé inconfundible a lo Ace Ventura (mirad, aquí tenéis otro ejemplo) y la particular excentricidad. Era un verdadero showman. Alguien nacido para el espectáculo. Muchos le consideran el antecedente a Elton John o Lady gaga o Madonna.
Era adorado por todos. Hasta por mí, era un gran piansta y un verdadero espectáculo. Y quizá uno de los secretos mayor guardados en la historia del showbusiness: era homosexual.

Y ésta pelicula, correctamente llamado telefilm, hecho para la HBO (la mejor cadena de television del planeta), noes un biopic como tal, pero narra la historia de uno de sus amantes, y eso le da la excusa para mostrarnos a Liberace tal como era. Y nos lo muestra en una película verdaderamente estupenda.

AÑO: 2013
DIRECTOR: Steven Soderebergh
GUION: Richard LaGravenese (basado en la novela de Scott Thorson)
REPARTO: Michael Douglas, Matt Damon, Dan Aykroyd, Debbie Reynolds, Rob Lowe.
MÚSICA: Marvin Hamlisch
FOTOGRAFÍA: Steven Soderbergh



Scott Thorson es un cuidador de animales para películas bisexual que entra de casualidad en la vida del famosísimo Liberace, un pianista virtuoso y carismático, que cultivaba la desmesura y el exceso dentro y fuera del escenario. Ambos inician en secreto una relacion sentimental que durará cinco años y que determinará a ambos.

Tras la cámara tenemos a Steven Soderbergh, un director que se hizo su nombre y fama con cintas como "Sexo, mentiras y cintas de vídeo", "Traffic" (con la que ganó el oscar a mejor director), "Erin Brokovich" y la saga de "Ocean's eleven". Tenemos a dos protagonistas de absoluto lujo, dos actorazos como Matt Damon haciendo del joven Scott y a un titán y veterano como Michael Douglas haciendo del legendario Liberace. Y con algun secundario de lujo como Rob Lowe y Dan Aykroyd. 
A pesar de todo, este proyecto no trascendió mucho por los despachos de las productoras hollywoodienses debido al "alto carácter homosexual" del film.
...
Y es por razones como estas por la que yo idolatro a HBO, y Hollywood me la trae al pairo muchas veces: a HBO no le importa nada en absoluto hacer estos proyectos, y les da luz verde trayéndonos algo de calidad impecable.

Conseguir reproducir el lujo y exceso del que hacía gala Liberace dentro y fuera del escenario, su talento, su mundo, no creo que sea nada fácil. Pero ahí está, en un telefilm. Con 15 nominaciones a los premios emmy, ahí es nada. 
Tras la cámara tenemos a Soderbergh, un director reputado y con talento y visión. Se nota en su puesta en escena que quería tratar una historia sobria y sin miramientos (la HBO se lo permitía) y el punto de vista puede recordar mucho a la mirada voyeur de "Ocean's Eleven", en el que vemos y contemplamos sin arrepentirnos. 
He dicho que no hay miramientos. Y lo reafirmo, y ahora toca hablar del duelo que tienen unos impresionantes Douglas y Damon. Matt Damon ya sabemos que es un actor concienzudo en sus papeles y muy todoterreno, y aquí lo vuelve a demostrar. Su papel de guaperas rubio bisexual que entra al servicio y amor de Liberace es brutal. A mí me encantó. Su arco es muy intenso y marcado y eso es de agradecer. Poco a poco. 
Ahora, Douglas se lleva la palma de oro. Un hombre que es y ha sido uno de los favoritos del género femenino nos hace gala aquí de la "pluma" de Liberace, del amor por sus excesos, de su picardía. He de decirlo: Douglas hace el papel de su vida. Te olvidas en absoluto que sea él, estás viendo al showman pianista cuando aparece. Todos sus gestos, su voz, su forma de actuar, su forma de hablar, hasta su forma de tocar (aunque no sé si hay truco en las escenas en las que sale Douglas al piano o el actor toca de verdad, pero me gustaría saberlo). Es impresionante la transformación de este hombre y cómo consigue transmitirte esa frescura de la que hacía gala, además de mostrar su lado más gay y despiadado y egoísta. Y materialista.
Es una película sin buenos ni malos, simplemente personas. Es un hecho real. No puede haber ni buenos ni malos
Es una película sobre el showbusiness. Sobre una historia de amor gay muy enfermiza y despiadada. Sobre la necesidad de amor de las personas que o lo han tenido todo o no han tenido nada. Una película sobre el ego.
Y Soderbergh filma eso, y nos lo muestra así, como he dicho antes, sin miramientos, sin remilgos. 
!Oh dios mio¡ !Douglas y Damon besándose! ... Eso es lo de menos.

He de decir que precisamente, siendo yo pianista, Liberace es uno de mis pianistas favoritos, y quizá estoy siendo poco objetivo, y por eso me gustó la peli. Si he de serlo, en algunos momentos, se puede hacer algo lenta o confusa. Pero en muy pocos sitios. Y a pesar de la increible produccion que hay detrás, es un telefilm.
Ahora, esto nos hace pensar. En la televisión se hacen mejores cosas que en los estudios de hollywood ultimamente, cualitativa y artísticamente hablando. 
¿de quién hemos de fiarnos ahora? ¿de qué hay que estar atentos?

Me gusta esta nueva tendencia a pesar de todo. Estos productos frescos y tan bien hecho y elegidos te hacen disfrutar como un enano. Por lo menos a mí.


*** y media, ¿qué opinais amanzanados?

THE BEST: Michael Douglas.
THE WORST: Que la gente la pueda ver como una película de gays más

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