lunes, 22 de octubre de 2012

La Comedia Sexual de una Noche de Verano, de Woody Allen

Y aquí vuelvo, un día mas con otro póster mas. 

Antes de seguir, quiero anunciar un pequeño cambio a la hora de presentaros los pósters. A partir de ahora, en vez de explicaros como lo he realizado (Que casi siempre es lo mismo y repetitivo y aburrido) os contaré el hipotético argumento de la película remakeada por mi. De ésta manera creo que será mas divertido y no solo os gustará entrar por mis pósters, si no también por mis pequeñas historias. Y ahora seguimos.

En esta ocasión, os traigo un póster de otra película de Woody Allen, un tío que me encanta, aunque yo me he tomado la libertad de rebautizarla como:

La Comida Azulada de una Noche de Verano



Mas simple no puede ser, pero como bien sabéis, me encantan los pósters de este tipo. La verdad es que me he tomado mi tiempo en hacer al personaje en cuestión, fácil pero lento.

En fin, ¿la historia de éste tipo? tiene una granja al mas puro estilo Homer con su tomaco, y le gusta hacer experimentos, por eso le a salido un tomate de ese tamaño y de ese color y como dice el título de esta hipotética película... si, piensa comérselo. Os podéis imaginar el final.

En cuanto a la película original, la verdad es que no la llegué a terminar, era bastante aburrida a si que recomendarla no os la recomiendo, eso si, si queréis pasar de mi y verla, hacerlo, a lo mejor os gusta. Como se suele decir, para gustos colores.




AÑO: 1982
DURACIÓN:88 min.
DIRECTOR: Woody Allen
GUIÓN: Woody Allen
MÚSICA: Felix Mendelssohn
FOTOGRAFÍA: Gordon Willis
REPARTO: Woody Allen, Mia Farrow, José Ferrer, Julie Hagerty, Tony Roberts, Mary Steenburgen
PRODUCTORA: Warner Bros / Orion

Comienzos del siglo XX. Tres parejas se reúnen para pasar un fin de semana en el campo: un inventor que ha creado una `bola para atrapar espíritus` y su mujer, que tiene problemas sexuales; un racionalista y pomposo profesor de filosofía y su prometida, mucho más joven que él, y un médico, mujeriego compulsivo, y su última conquista. El ambiente idílico propicia la confusión emocional de los personajes.

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