Alguna vez he hablado de lo que me gustan las películas de actores y situaciones y diálogos, ¿verdad?
Porque si no lo he dicho, lo digo ahora. Me encantan las películas de actores, situaciones y diálogos. Son las más creíbles. Las que uno puede apreciar mejor la belleza de un diálogo bien escrito y de una interpretación bien hecha. Y si algo me gustó de Los idus de marzo, fue todo aquello.
Recomiento esta película y voy a decir por qué.
AÑO:2011
DIRECCION: George Clooney
GUION: George Clooney y Grant Heslov
REPARTO: Ryan Gosling, George Clooney, Phillip Seymour Hoffman, Paul Giamatti, Marisa Tomei, Evan Rachel Wood
FOTOGRAFÍA: Phedon Papamichael
MÚSICA: Alexandre Desplat
Stephen (Gosling), un joven idealista, trabaja como asesor en la campaña de las elecciones del senador Morris (Clooney). Convencido y defensor de las ideas de éste, y de su doctrina, da lo mejor en su trabajo y siempre a la vera de su jefe, Paul (Hoffman), un hombre cuyo principio es la lealtad. En el momento que el equipo de campaña del partido contrario le contacta para que trabaje con ellos, empieza a dudar y se origina una reaccion en cadena en la que el tendrá que mantenerse firme y decidir qué es lo mejor: la causa o el beneficio propio.
Bien. Una película de politiqueo... UFFFFFf... no gracias...
MEEEEEEEEEEC... ¡ERROR! Se trata de una película bien hecha, aunque sea de politiqueo. Lo mejor para mí de estas películas es cómo avanza la historia, por cualquier recoveco, y sobretodo, que va de personaje en personaje, afectando a todos y a cada uno. En este caso, el pilar de la historia es Gosling, pero él moviliza todo, y todo le moviliza a él. Lleva todo el peso de la película, y además, este joven de 32 años está demostrando cada vez más su gran capacidad interpretativa. Lo demostró en la poco conocida El Creyente (The Believer), y hace poco lo consolidó con la reciente obra maestra Drive, así que, en este papel no es menos. Una actuación donde su mirada dice más que sus actos y diálogos.
Cabe decir que más le valía mantenerse firme, porque todo el plantel de secundarios que le rodea es de verdadero lujo. Tener de compañeros de reparto a actorazos como Paul Giamatti o Phillip Seymour Hoffman, dos actores que se han curtido y han hecho su fama en los papeles secundarios (a pesar de que Hoffman tiene un oscar al mejor actor - y bien merecido- por Capote, y Giamatti fue nominado a dicho premio por Entre Copas) debe intimidar y mucho. Si luego tienes por ahí rondando a George Clooney y Marisa Tomei... Lo que quiero decir es que es un reparto en estado de gracia capitaneado con mérito por Gosling, y dirigidos con pulso por Clooney.
Oh sí, Clooney. Ese otro detalle del que quería hablar. Clooney de director. He de reconocer que no he visto su debut Buenas noches y buena suerte, pero con este film reconozco que tiene mucha calidad como director. Ágil con el ritmo y la cámara. Le gustan éste tipo de películas y me gusta mucho su cambio de registro. De pasar de tio madurito guaperas a hombre director serio. Habrá que ver con qué nos vuelve a sorprender en un futuro pero si sigue así, no veo que vaya por mal camino.
Por ultimo, cuando me entero de que la obra está basada en una obra de teatro, ya me cuadran muchas piezas de lo que yo pensaba en mi cabeza. Esa sobriedad y esas situaciones tan estupendas (la conversacion entre Gosling y Giamatti, por poner un ejemplo) son dificiles de imaginar. Al ser una obra de teatro ya entiendo tantos folios puestos sobre la mesa. Me gustaba ese ritmo, nunca lo pierde y esos diálogos ágiles.
Ahora, no es una película para echar cohetes, pero toda la artillería de la que dispone, la usa y le funciona bien para lo que quiere. Contar una historia sin muchos miramientos, aunque parezca que quiere hacer más. El final algo tremebundo y forzado quizá pero bueno, encaja a la perfección con la evolución de la historia.
Y por todo esto, yo recomiendo esta película para todos aquellos que les guste una pelicula de politiqueo y actores.
*** estrellitas.
THE BEST: La escena final entre Giamatti y Gosling. Estupenda
THE WORST: Se te queda pequeña la verdad. A veces...
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